Terapia Psicológica
La terapia es el pilar fundamental en el tratamiento de la depresión. Las modalidades más efectivas incluyen:
a) Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
La TCC es una de las terapias más respaldadas por evidencia para la depresión. Su objetivo principal es identificar y modificar los patrones negativos de pensamiento (como la catastrofización, la polarización o la generalización) y las conductas evasivas que perpetúan la tristeza. Trabaja de manera estructurada y colaborativa entre el terapeuta y el paciente, mediante etapas claras:
- Identificación de patrones : El paciente aprende a reconocer cómo sus pensamientos automáticos (ej.: «Soy un fracaso») influyen en sus emociones y comportamientos.
- Reestructuración cognitiva : Se desafían estas creencias distorsionadas con pruebas objetivas y se reemplazan por perspectivas más realistas (ej.: «He tenido errores, pero también he logrado cosas»).
- Activación conductual : Se incentiva la participación en actividades gratificantes o que dan un sentido de logro, incluso cuando el ánimo es bajo, para romper ciclos de aislamiento.
- Técnicas conductuales : Estrategias como la programación de tareas, la exposición gradual a situaciones evitadas o la reducción de rumiación mental.
La TCC es especialmente efectiva para depresión leve a moderada, y su enfoque práctico permite que el paciente adquiera herramientas aplicables en la vida diaria. Estudios demuestran que reduce significativamente los síntomas y previene recaídas.
b) Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y Mindfulness
La ACT y las terapias basadas en Mindfulness se centran en aceptar las emociones y pensamientos sin intentar controlarlos, fomentando una conexión con el presente y la acción alineada con valores personales. Esto contrasta con la TCC, que busca cambiar los pensamientos directamente.
- Mindfulness : Implica prácticas de atención plena para observar las emociones y pensamientos sin juzgarlos. Ejemplos incluyen meditación guiada, respiración consciente o ejercicios corporales que centran la atención en el aquí y ahora. Esto reduce la rumiación y la evitación.
- ACT : Añade componentes como defusión cognitiva (ver los pensamientos como «sonidos de fondo», no como hechos), compromiso con valores (definir metas que dan significado a la vida) y flexibilidad psicológica (adaptarse a emociones incómodas sin que estas detengan la acción).
- Ejemplo de aplicación : Un paciente con depresión que siente «soy una carga» podría usar la ACT para reconocer ese pensamiento sin creerlo, y luego comprometerse a realizar una acción pequeña (ej.: llamar a un amigo) alineada con su valor de «conectar con otros».
Estas terapias son útiles para pacientes que resisten cambios cognitivos directos o que necesitan manejar la ansiedad subyacente a la depresión. La Mindfulness-Based Cognitive Therapy (MBCT) , una combinación de TCC y mindfulness, es especialmente recomendada para prevenir recaídas en personas con historia de depresión recurrente.